MI DEPORTE

 BASQUETBOL

 

Recuerdo un partido donde la tensión era palpable, el marcador ajustado en los últimos segundos. Yo tenía el balón, la oportunidad de ganar. Me elevé para un tiro de tres... y la pelota no tocó ni el aro. Un 'airball' tan monumental que hasta el silencio del público fue gracioso. Mi entrenador no paraba de reírse en la banca, ¡y eso que perdimos!"

Estábamos jugando una cascarita con amigos en una cancha al aire libre un poco descuidada. Yo no era el mejor tirador, digamos que mi especialidad era más bien defender con garra. Pero en una jugada rápida, recibí el balón en la media cancha, vi un hueco y, con más fe que técnica, lancé un triple. La pelota salió de mis manos con una trayectoria que, siendo honesto, no prometía mucho.

Sin embargo, para mi sorpresa (y la de todos), la naranja siguió su curso y se dirigió directamente al aro. Lo increíble fue el momento exacto de la entrada: ¡limpísima! No hubo el clásico "swish" de la red, ni siquiera un ligero roce.

 

Comments